Se confirma. Nuestra admirada Gloria Álvarez, vuelve a demostrar que nadie gana a la Libertad plantando árboles. Y para muestra su proyecto, plantemos 1000 árboles. Al contrario de lo que nos venden los ecologetas de ideología sandía, verdes por fuera y rojos comunista por dentro, somos nosotros, los amantes de la Libertad, los que protegemos a la Naturaleza de las agresiones de los comunistas.
Solo nosotros que nos hemos preocupado por sacar a delante nuestro propio árbol, entendemos las dificultades. Necesitará de agua y protección frente a los animales herbívoros, plagas, viento o sequía. Y a veces ni con todos los cuidados del mundo sobrevive. Son nuestros árboles y nos preocupamos para disfrutar del fruto de nuestro trabajo. Y el primer fruto es gozar nosotros y hacer gozar al resto del mundo de un espectáculo tan maravilloso como un árbol.
Los mejores conservadores de la Naturaleza hemos sido siempre los amantes de la Libertad. El Coto de Doñana, el principal reducto natural de Europa, se conserva gracias a que era un Coto privado. Somos los particulares los que salvamos la Naturaleza mientras somos capaces de guardar su belleza de las sucias manos del colectivismo. Ese colectivismo que solo puede presumir de las mayores catástrofes naturales. Ahí están Chernobyl, el mar de Aral y el lago Maracaibo para mostrarnos su despreciable realidad.
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